Gracias a los tintes y pinturas para suelos tenemos una amplia gama de posibilidades de acabados decorativos en todo tipo de suelos. Puedes renovar el aspecto de tus suelos de gres, por ejemplo, sin necesidad de obras dándoles un aspecto moderno y personal. Se pueden aplicar también sobre suelos de hormigón, cemento, adoquines, etc.
Para conseguir un acabado óptimo sobre la superficie esta debe estar limpia y exenta de grasa o cualquier otra sustancia. Para eliminar los restos puedes utilizar un jabón neutro o desengrasante con base de limón que encontrarás disponibles en el mercado. Independientemente del método que utilices sigue las instrucciones del fabricante. En el caso de suelos de hormigón o cemento deben estar bien fraguados.
Procedimiento para aplicar pintura para suelos
Dependiendo del tipo de pintura o tinte, su aplicación puede hacerse con pistola, brocha, rodillo o llana. Mezclando diferentes colores puedes conseguir diseños personalizados y dar un toque exclusivo a tu casa. Puedes realizar veteados, imitaciones óxido, aguas, etc. El límite lo pones tú.
Una vez aplicado el tinte o la pintura se debe esperar a que seque según las especificaciones del fabricante para después limpiarlo concienzudamente con agua y jabón neutro. Conviene eliminar cualquier exceso de tinte. Deja secar bien para dar el acabado final con un par de capas de sellador.
Para suelos de interiores es aconsejable aplicar, una vez que el sellador esté completamente seco, una capa de cera. Te dará mayor brillo a la vez que proteges más el suelo. Si te gustan los acabados muy brillantes puedes utilizar una pulidora con almohadilla de pulido. Cuando observes que el suelo va perdiendo su brillo inicial vuelve a aplicarle una capa de cera y lo tendrás como el primer día.
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